Final (o casi) de las subidas de tipos

Los tipos, como todos ustedes saben, llevan subiendo más de un año. Como saben también, la intención es controlar la inflación. Si se encarecen los préstamos se consume menos y si se remunera mejor la inversión se ahorra mas o se gasta menos, como prefieran.

El riesgo de tantas subidas en tan poco tiempo es dejar de crecer, o peor aún, entrar en recesión, lo cual no es positivo para nadie. Para los gobiernos en concreto, si la economía no se mueve, les supondría una menor recaudación de impuestos.

De momento la inflación se ha controlado en parte y no hemos entrado en recesión. Digo de momento porque aunque las subidas puedan haberse terminado, la economía todavía tiene que digerir parte de ellas y eso significa que la crisis económica puede llegar. No hay que cantar victoria.

Desde que se pone la inyección hasta que hace efecto pasa un tiempo y es por eso que puede que los Bancos Centrales se tomen una pausa. Es probable que en Europa ya no suban tipos y se queden ahí un tiempo a ver como reacciona la economía. Economía que no está para muchos trotes por cierto.

En EEUU puede que quede una subida este año, dependerá de algunos datos que quedan por salir y una huelga en el sector del automóvil que está por ver qué pasa. En cualquier caso los mercados ya descuentan bajadas para el año que viene, cosa que no ocurre en Europa.

Los Bancos Centrales suben tipos como decíamos para controlar la inflación, pero  unos tipos altos encarecen mucho los altos endeudamientos existentes por lo que esto, unido a que pueden provocar una recesión, hace que subir tipos no sea algo que guste a los BCs sino que no les queda más remedio.

Los Bancos Centrales están tratando de controlar la inflación con subidas de tipos sin provocar recesión y de momento lo están consiguiendo. Como suelo decir, tiran de la cuerda mientras la economía le deja pero si algo se tuerce la soltarán.

De momento, la economía se mantiene, la bolsa, aunque va por barrios, aguanta mas o menos, el empleo no desciende demasiado etc  (permítanme aquí trazo gordo) así que eso les ha permitido continuar con las subidas, pero si ven que entramos en recesión o algo se rompe (bancos en quiebra, batacazos bursátiles) reaccionarán ayudando a la economía, aunque eso suponga no controlar la inflación.

Es decir si tienen que elegir entre crecimiento o controlar la inflación elegirán crecimiento.

Hay que pensar que la inflación, que nos dicen que es buena para nosotros, en realidad es buena para ellos porque es la única forma que tienen de no pagar su alta deuda (es un default encubierto que nos paguen con dólares y euros devaluados). Es por esto que debemos de ir acostumbrándonos a una inflación alta. Creo que no tardaremos mucho que escuchar que aunque el objetivo de inflación es el 2%, no pasa nada porque sea el 3%.

Un termómetro bueno para medir qué va a pasar con los tipos es ver como están los tipos reales y no los nominales. A los Bancos Centrales les interesan tipos reales negativos, es decir que la inflación esté por encima de los tipos de interés libres de riesgo para poder aliviar su gran deuda. Por eso, cuando las subidas de tipos se acercan a su punto terminal en el que superan a la inflación las subidas suelen terminar. La Inflación ha pasado en el Área Euro del 5,2% al 4,3% en Sept. Los tipos en Sept 23 después de la última subida = 4,5%. Todo puede pasar pero estamos en lo que puede ser la cima de los tipos de interés.

Además, el discurso ambiguo de Lagarde en la última reunión, apuntaba en esta línea de no subir tipos sino de mantenerlos más tiempo por lo que me atrevería a decir que salvo shocks energéticos, los tipos han llegado a su punto mas alto. Felicidades a los hipotecados.

En el próximo post hablaremos de qué implicaciones tiene todo esto para nosotros y cómo estar del lado correcto del mercado para aprovechar el momento.