El poder de la ventaja competitiva

Cuando invertimos en acciones, uno de los factores determinantes que debería influir en nuestra decisión es la ventaja competitiva de la empresa. En el mundo anglosajón lo llaman moat, haciendo referencia al foso que protegía a los castillos de los ataques enemigos. Cuanto más profundo y amplio sea ese foso, más difícil será para la competencia penetrar en el mercado de esa empresa.

¿Qué caracteriza a una ventaja competitiva?

  • Marca reconocible: Un fuerte vínculo emocional con los consumidores. La gente no solo compra el producto, compra la marca. Piensa en Apple o Coca-Cola.
  • Poder de fijación de precios: Si suben los precios y los clientes siguen comprando, la empresa tiene margen de maniobra. No compite por precio, compite por valor percibido.
  • Alta cuota de mercado: El efecto «bar lleno». Si todos lo usan, debe ser bueno. Este liderazgo se retroalimenta.

 

La prueba de fuego

Una forma sencilla pero reveladora de detectar una ventaja competitiva es plantearse la siguiente pregunta:

“Si tuviera 1.000 millones de euros, ¿podría quitarle cuota de mercado a esta empresa?”

Si la respuesta es afirmativa, esa empresa no tiene una ventaja sólida. Si la respuesta es negativa, estás ante una compañía con un moat significativo.

Imagina que intentas competir con Coca-Cola, Apple, Google o Facebook. Puedes replicar sus productos, pero eso no garantiza que ganes usuarios. La marca, la escala, la base de datos, la red de usuarios y su efecto red crean una barrera de entrada prácticamente infranqueable.

Cuando el ganador se lo lleva todo

Muchos mercados tienden a ser dominados por pocos actores. En algunos casos, el primero en lograr escala se queda con todo (winner takes all). Google en búsquedas, Amazon en comercio electrónico, Facebook en redes sociales. Empresas como Yahoo, Bing o MySpace lo intentaron… sin éxito.

Promesas que se quedaron en el camino

No todas las compañías disruptivas logran consolidarse. Casos como GoPro, FitBit, Beyond Meat o Groupon son ejemplos de negocios que parecían revolucionar su sector y acabaron perdiendo relevancia (y valor en bolsa).

En cambio, otras como Amazon, Apple, Microsoft o Alphabet fueron creciendo poco a poco hasta convertirse en gigantes. Al principio no eran rentables y pocos analistas las recomendaban. Hoy, marcan el rumbo de la economía global.

Las nuevas aristócratas del mercado

En la vieja economía, Coca-Cola, Johnson & Johnson o American Express eran referentes de ventajas competitivas. En la nueva, Meta, Tesla, Nvidia, Apple, Microsoft, Google y Amazon ocupan ese lugar. Tal es su peso que estas siete empresas representaban hasta julio de 2024 el 50% del Nasdaq 100, forzando una reducción técnica para mantener la diversificación del índice.

Mucho más que PER

Quienes analizan la bolsa solo por múltiplos (PER, EV/EBITDA, etc.) suelen evitar estas compañías:

  • Al principio, porque no ganaban dinero.
  • Ahora, porque ya son «demasiado grandes» o «muy caras».

 

Pero ese enfoque puede ser limitado. Una compañía con una ventaja competitiva sólida puede mantener su liderazgo durante años e incluso décadas, capitalizando nuevas tendencias como la inteligencia artificial, simplemente porque tiene los recursos para invertir, contratar talento y adquirir competidores.

El mercado descuenta esa capacidad futura de generación de beneficios, y por eso estas empresas cotizan con primas. Porque pueden.

Conclusión: mejor caro que malo

No se trata solo de encontrar acciones baratas, sino de encontrar acciones que puedan valer más en el futuro. Y para eso, la ventaja competitiva es clave. Una empresa «cara» puede seguir subiendo si está en posición de liderar su sector durante los próximos 10 años. Una empresa «barata» puede quedarse estancada o desaparecer si no tiene esa posición.

Como inversores, deberíamos preguntarnos menos por lo barato y más por lo valioso. Y en bolsa, lo valioso suele ser sinónimo de moat.

📌 Invertir sin tener en cuenta la ventaja competitiva es como apostar sin conocer a los jugadores. Elige empresas que tengan algo que proteger… y que sepan defenderlo.